Salomón Flores
Chilpancingo,Gro ,18 de abril 2023.- Mientras la directora de servicios públicos Teresa Leyva González, anda pidiendo debates a aquellas personas que critican a la actual administración, habitantes del barrio de San Isidro del municipio de Tixtla, denunciaron que el monumento a Antonia Nava de Catalán, se encuentra olvidada sucia, y con mucho excremento, y que mínimo deberían de darle una limpia.
La molestia que hay en los ciudadanos, es que el jardín de dicho barrio, y los monumentos de personajes históricos que hay en México, se encuentran olvidados, sin que ninguna autoridad municipal, estatal o federal, hagan algo para tratar de mantenerlos limpios, tal es el caso del busto de Antonia Nava de Catalán.
Un grupo de personas, dieron a conocer algunas fotografías donde se ven las condiciones de como se encuentra el busto de una de las mujeres mas representativas de la historia nacional y que precisamente nació en Tixtla. Si bien es cierto reconocieron que, el mantenimiento les toca a instituciones como el INAH, el ayuntamiento de Tixtla, antes por lo menos ibas a limpiar los monumentos de los héroes nacionales que hay en varios lados de la cabecera.
Denunciaron que ahora lo que hacen las autoridades municipales, es que solo van a limpiarlos cada año y es precisamente cuando les van a hacer un homenaje. Ante ese tipo de falta de atención y servicio, los ciudadanos manifestaron que la dirección de servicios públicos, que era la que siempre se encargaba de pasarles un trato húmedo, pero hoy ni eso hacen, y mejor prefieren andar defendiendo al alcalde Moisés Antonio González y pedir debates a quien lo critica.
Cabe señalar que la directora de servicios públicos, ha sido muy cuestionada en los últimos días y es precisamente, porque en días pasados en los festejos de semana santa, algunos ciudadanos cuestionaron la falta de seriedad de las autoridades municipales de tener un jardín central completamente a oscuras, y que las personas que estaban en el lugar o los mismos comerciantes, se tenían que iluminar con sus lámparas personales, a lo que Teresa Leyva, “los conmino a un debate”.